sábado, 28 de junio de 2014

De película.

Tenía que escribir rápido, cuanto más tiempo pasaba más cosas se desprendían. Luis hablaba tan deprisa que escucharle era como rebobinar el tiempo hacia adelante. Me había estado contando el guión de su vida, con el que todo cambiaría y llegaría al estrellato. Habíamos hablado de sueños, pero, ¿estábamos soñando?  Todo estalló en mi cabeza como un globo de agua ralentizado en un plano detalle, cuando, al salir del portal de aquel viejo amante, que ya no suspiraría nunca más por mi, vi la pintada en la pared "¿ESTAMOS SOÑANDO?" ¡Pum! Redundancia, Dios soltando una carcajada, casualidad ¿causalidad? No entendía nada. Me giré un par de veces y la calle parecía desierta, como si hubiera saltado a otra dimensión. ¿Estaba soñando? ¿Era todo una gran broma? En los tiempos que corren, no me extrañaría demasiado. Tras girarme dos veces y mirar a mi alrededor, confirmaba poco a poco mi sospecha, o mi paranoia, las dudas bombardeaban mis instintos, pero todo parecía estar claramente planeado. La luz, la temperatura en el ambiente, cada plano dibujado en mi retina, cada eje. Increíble, todo aquello no podía ser normal, casual, vulgar, coloquial, ni humano quizá, era imposible. Ni siquiera la señora que se cruzó después con su perro, ni siquiera ella que parecía no haber paseado un perro en su vida, sería real.
Quedó confirmado, por fin, cuando giré la cabeza al pasar la esquina y otro mensaje atravesó mi perplejidad. Ahí, tatuado en la pared como gritándome la trampa del acertijo "¿NO CREES QUE ES HORA DE DESPERTAR?" Ahí, tatuado en mi mente para siempre, lo entendí todo.


jueves, 26 de junio de 2014

Godot.

Ayer llegó. No traía remite pero yo sé de donde vino. Ayer, tras, lo que a mi parecer fueron siglos de espera y conflicto bélico de interior llegó a mis manos. Y en ese instante pude sentir como cada gota y cada grito valieron la pena. Pude sentir el exilio de la desesperanza palpitando en mi carne, el aire curando mis pulmones. Ayer renací y se reinstauró la realidad. Casi parecía que nunca hubiera sentido nada antes. Ayer las cosas se envolvieron solas con papel de regalo y cada paso que daba debajaba la huella de una nota musical. Ayer de repente fue futuro.


Ayer llegó y yo no me fui, me quedé.

Ayer llegó y se quedó conmigo.

domingo, 15 de junio de 2014

¡Extra! ¡Extra!

Te podría hablar del desamor, darte un titular de primera plana
o llenar una sección y excederme de palabras.
Te podría dibujar mil viñetas sobre el tema,
o publicar un reportaje gráfico
que desenmascarase a todos los presuntos implicados.
Podría, también, escribir una crónica sobre el dolor
o hacerle una entrevista a la impotencia.
Pero desde el día que te cruzaste entre mis letras
la tristeza dejó de ser noticia
y se pararon las rotativas para siempre.

miércoles, 11 de junio de 2014

Calla.

Me encanta cuando me preguntas, cuando me miras debajo de la capa de normalidad y sabes reconocer casi con exactitud los males que me pesan. Joder me encanta, a veces te miro solo para que alguien me oiga sin gritar. Pero me preocupa demasiado descubrir que puedo llegar a ser transparente aunque sea para una sola persona, porque me aterra mi interior y no quiero asustar ni contaminar a nadie de oscuridad. Y te lo contaría todo, materializaría sin reparo cada una de mis palabras ante ti y tu capacidad de escucharme, pero solo y únicamente ante ti. Porque me muero de ganas de poder hacerlo, porque sé que tú no te vas a asustar y sobre todo porque sé que contigo me voy a sentir segura. Así que por favor no te preocupes cuando sonrojo mis mejillas y te pido que pares, te digo que estoy bien y que no te preocupes, porque es todo por y para el público que nos rodea, porque es mi papel perfecto y porque ademas estoy en tu hogar que también me haces sentir mio y quiero intentar estar bien, menos mal o tan siquiera mejor.