jueves, 29 de marzo de 2012

Don Quijote.

Podría definirme como un caballero andante de la época. Ésta vez no es mi supuesta carencia de modestia lo que me mueve a describirme como tal. Es la verdad. Soy deseado por que sé lo que la gente quiere y me dedico a controlarlo para seducir a quien quiero y normalmente alejar a quien no me interesa. Por supuesto tengo mis limitaciones. No todo el mundo que me gusta cae en mis brazos, pero cuidado con proponerlo en serio. Con ésto, repito, no quiero alimentar mi ego, solamente es la verdad y de poco me sirve negarlo y hacerme el pobrecito.
El problema es que yo fácilmente tengo a mi Dulcinea si me da la gana o mi Sancho Panza, si queremos tener en cuenta la sexualidad plural. El problema es que yo les busco por algo que ellos no tienen como prioridad a la hora de estar conmigo. No busco un final feliz.

sábado, 17 de marzo de 2012

La peonza.

Marcos tiró de la cuerda haciendo rodar la peonza, le gustaba sentir que podía bailar ante sus ojos. Lo hacía una y otra vez, muchas veces se preguntaba si ésta no se marearía pero sentía que si ella seguía girando sin parar como la primera vez sería porque estaba todo bien.
Era un chico astuto, todos los días escribía una lista de las cosas sobre las que reflexionaba y casi podría empapelar su habitación con todo lo que llevaba escrito. Desde que tenía uso de razón era consciente de la importancia de la constancia.

lunes, 12 de marzo de 2012

Te hiere mucho.

Estás completamente sumergida, ya ni siquiera recuerdas como eras, qué te gustaba, quienes eran tus amigos antes de ese gran sueño, del que no te saca ni uno solo de todos esos pellizcos, que no paran de intentar darte las personas que aun siguen ahí a tu lado, ya no recuerdas nada porque sigues tan ocupada buscando la solución a la gilipollez que toca ahora, pero para ti no es una gilipollez, porque el hecho de que él esté bien es tu prioridad, si él está bien, tu lo estás y no entiendes porqué nadie te entiende, porque todos te dicen que está mal, tu pensamiento es: “no han vivido lo que yo estoy viviendo, no ven lo bueno que es, lo feliz que me hace, la vida que me da, no saben el pasado que tenemos, lo que se esfuerza por mí, no tienen ni idea de las cosas que el soporta, no lo ven y sé que lo hacen por mi bien, pero son muy pesados, yo estoy bien”. Y le encuentras una explicación a todas esas reacciones un poco fuertes que ves en el, una explicación que sin querer te culpa a ti misma indirectamente de todo o se limita a un “él es así”, lo dejas todo, arriesgas todo lo que te importaba por una apuesta mucho más grande, su aprobación, te amoldas y te autoconvences con un gesto “cariñoso” por su parte (como perro con galleta, refuerzo positivo), te tragas tu incomprensión, ésta es tu vida ahora y así son las cosas, es tu pareja, tu relación, tienes que cuidarla. El te conoce mejor que nadie, sabe dónde estás, con quien, cómo, en cada momento, al fin y al cabo, se preocupa por ti, te quiere y te protege, por eso se enfada un poco por esos amigos tuyos o esas fotos donde hay cosas “raras”. Cuando estáis a solas es tan tierno, lo más bonito que has tenido nunca. Cuando hablas con alguien tu tema de conversación es él o cualquier cosa que tenga que ver con su vida. Te llevas bien con sus amigos, que sin darte cuenta son los tuyos ahora, cuando quedáis con alguien siempre es con ellos, pero es normal porque ya casi no hablas con tus anteriores amistades, a él le parecen un poco raros, quizá infantiles y tampoco pasa nada, le tienes a él, lo tienes todo. Tu vida ha mejorado tanto, es tan plena que ni siquiera eres capaz de imaginar un futuro sin él, ni puedes ni quieres, el va a estar ahí siempre y tu estarás también y si en algún momento alguien o algo intenta destrozar esto, lucharás, pisarás las cabezas que haya que pisar, porque nadie te lo va a arrebatar, arriesgarás tu propia vida si es necesario para demostrar que le quieres, que es todo para ti, para conservar ese “sueño” que no es ni el reflejo de lo que empezasteis. Tienes dos opciones y no escogerás porque tienes miedo al cambio, lo sé, tu primera opción es despertar, tu segunda opción es dormir para siempre, morir en coma, pero créeme, estás enferma.

domingo, 11 de marzo de 2012

Caparazón.

Me gusta lo inocente que eres, no tienes ni idea del mordisco que te vas a llevar como te acerques demasiado, te he avisado, no soy traidora, soy realista, pícara, astuta, e inalcanzable a tu voluntad y eso me hace completamente irresistible a tu incomprensión. ¿Cruel? Puede ser que esa palabra encaje en mi descripción, pero te encanto y me dejas, soy tan fugaz que te embobo como a un niño, se te cae la baba y tengo una plena capacidad de sorprenderte con un sutil movimiento.
Otros muchos y otras muchas han caído antes que tú y desde luego, no serás el último, este juego me encanta, es mi manera de vivir y hacerme grande. ¿Por qué? Ya te lo he dicho, porque me dejas, porque quiero, porque me gusta, porque me lo han enseñado así y porque me divierto. Querido, te voy a decir una cosa, o intentas aprenderte mis trampas o te voy a eliminar tantas veces como me apetezca revivirte.