lunes, 17 de marzo de 2014

Tarde.

Algún día encenderás la televisión y me verás ahí mirándote fijamente mientras hablo de cualquier cosa relevante. Como antes, pero ajena, extraña, perdida. Fuera de ti, de tu alcance. Ya habrán pasado años y dentro de ti habrá algo que rozará el callo que hoy día, presente pasado de ese futuro no muy lejano, endurece. No vamos a rizar más tus rizos. Aun así en las entrañas sigue latiendo cada pregunta.

Hoy una mirada es la primera piedra y una palabra es un bombardeo.

Algún día cruzaré una calle, saldré del agua cristalina de una de las mejores playas o compraré un billete de tren con tu destino, te veré y te estamparás contra mi rutina. Mi atención se descompondrá a la par que mi estómago en el que empezarán a bailar las abejas que bailan cuando el pánico pisa la sala.

Y entonces entenderemos y lamentaremos todo.






domingo, 16 de marzo de 2014

Crea.

Rompe con tu comodidad. Rompe tus cosas. Rompe lo fácil. Rompe tu normalidad. Rompe con la gente que conoces del todo. Rompe el esfuerzo que has empleado. Rompe tus propias reglas. Rompe la verja de seguridad. Rompe tu cuerpo. Rompe tu manera de pensar. Rompe tus gustos. Rompe tus recuerdos. Rompe tu refugio. Rompe tus creencias. Rompe tus maneras. Rompe tu estilo. Rompe cada mirada. Rompe tus palabras. Rompe tu voz. Rompe el límite. Rompe tus dudas. Rompe tu miedo. Rompe tu propio orden. Rompe las pruebas. Rompe el presente. Rompe tus planes. Rompe tus esquemas. 


domingo, 2 de marzo de 2014

El mar.

De pequeña tenía miedo al mar adentro. El mar adentro no es la orilla, porque en la orilla haces pie y al menos tienes un mínimo de seguridad, un sitio por el que salir corriendo. Siempre fui buena nadadora, cuando era pequeña era buena en todo. Pero el mar es otro mundo. Las profundidades en el agua tienen otra atmósfera que no controlamos y que por mucho que nos pese a ese sentimiento de superioridad humana no conocemos. No somos invencibles. En la tierra, en el aire podemos desarrollar miles de estrategias, pero cuando nos adentramos en las tres cuartas partes de nuestro planeta los planes cambian. Hay millones de especies que no conocemos, que incluso no hemos arrasado aun con nuestra capacidad destructora. Probablemente es un mundo maravilloso al que nunca podremos acceder del todo. A veces el ser humano se cree que la vida es como se ve desde sus ojos. Si realmente se parara a pensar la cantidad de ojos que hay en el mundo y no solo de raza humana, quizá entendería que hay infinitos mundos, que nada es lo que parece y que las personas solo somos un elemento más.

Me da miedo el mar, porque no lo conozco; respeto el mar, porque no me siento ni superior ni inferior a todo aquello que abarca; me muero por conocer el mar porque deseo conocer cada mundo que hay en la existencia, porque yo no sería nada sin el resto de formas de vida. 


sábado, 1 de marzo de 2014

¿Utopía?

Algún día viviremos en un mundo en el que hacer daño al resto de seres vivos no será posible, ni si quiera estará penado porque no existirá ni la posibilidad. Todos seremos iguales y unas comunidades, especies y razas respetarán a las otras. Será un mundo de paz, un mundo de vida, donde la muerte solo será parte del proceso de la naturaleza y vendrá sola cuando tenga que llegar el fin de la vida. No habrá nadie por encima de nadie, no habrá nada por encima del respeto y a partir de ahí se crearán las bases para construir. Los seres estarán sanos, interior y exteriormente, mental e ideologicamente. Todo el mundo pensará en plural y la soledad y el egoísmo no tendrán lugar. La violencia y la destrucción serán polvo. Cada uno llevará la responsabilidad con el mundo volando por las venas, todos seremos conscientes en totalidad, porque pensar será una obligación y la inteligencia llegará paulatina. 

Todo se ordenará, no habrá cosas que no encajen porque la realidad será justa.