jueves, 31 de octubre de 2013

Chitón.

Llegados a este punto, en el que la inspiración es un negro intenso en la gama cromática de mis dones, me planteo si su ausencia es pro o contra. Es decir, suele ser su auge cuando peor me encuentro, por tanto, el hecho de no expresarme de no contarme a los demás ¿no podría ser síntoma de la absoluta tranquilidad y el bien estar?
Vaya, ni me había dado cuenta de lo que estaba haciendo y es eso precisamente lo que indica el fallo.

Inspiración ¿eres tú?
¿o soy yo?


Me duele la garganta de callarme la emoción.

lunes, 28 de octubre de 2013

Tercero.

Es llegar a tercero de periodismo y todos los profesores piensan que lo sabemos todo. Creen que debemos saber quien escribe qué, o quien habla donde, como si en algún momento durante el resto de la carrera nos hubieran enseñado algo de periodismo. Por supuesto tenemos que tener inquietudes y movernos, al menos quien quiera realmente llegar a ser periodista, pero nadie nace sabiendo y nosotros en esto estamos en plena gestación.
Puede que a mis compañeros si les hayan enseñado algo de periodismo, que les hayan tocado profesores que le hayan dado la vuelta a la tortilla en su asignatura y hayan enseñado algo realmente útil para la profesión, pero hasta ahora yo solo he luchado por sobrevivir en cada asignatura y muy pocas veces me enseñaban algo que aprender. Derecho, economía, literatura, son algunas de las asignaturas vistas hasta el momento. No digo que un periodista no deba saber de esos campos, “un periodista tiene que saber de todo” como dice mi tía, otra periodista, pero el momento de concretar en periodismo es ahora, el momento de aprender a enterarnos es este y parece que ya debiéramos saber locutar, escribir y buscar bien la información. Yo digo NO, digo que no sé hacer todo eso aún, ni he terminado la carrera, ni voy a seguir fingiendo que lo sé todo para que no me caigan broncas o bochornos frente a los demás. Si no lo sé pregunto y si me equivoco aprendo y así.
Cuando salimos a exponer la inmensa mayoría estamos nerviosos, cuando no sabemos algo ya ni te cuento y cuando encima nos echan la bronca ya es el redoble final para nuestros corazones. Pero no es queja lo que expongo, simplemente lo expongo. Y por otra parte, agradezco la presión que nos puedan meter ahora porque no es nada comparada con la que sufriremos en el mundo laboral.


Ya está bien.

jueves, 17 de octubre de 2013

Con un par, de decisiones.

Hay momentos en la vida que hay que tomar decisiones duras, es una realidad. Cuando nuestro cuerpo o corazón (en el sentido más emocional de la palabra) grita no se puede uno tapar los oídos, ni mirar a otro lado. Es difícil luchar contra una manera de pensar, una manera de ser, una manera de sentir, una creencia, pero para hacer las cosas bien y sin peligro hay que reflexionar, echar tiempo, ser valientes. Llevo mucho tiempo empleando una fuerza inmensa de voluntad y para defender lo que soy, pero me estoy quedando profundamente débil. Y es cierto que más vale maña que fuerza y que la paciencia es la madre de la ciencia porque lo que siento ahora mismo es que tengo que frenar paulatinamente y descansar, coger fuerzas y crear una estrategia, documentarme, conocerme y solidificar ese fin para llevarlo a cabo con responsabilidad, coherencia y respeto a mi persona, por mucho que me duela esa ruptura mental de lo interiorizado. Pero sé que no es un fracaso, yo soy consciente de como soy y como pienso y lo que tenía que demostrar ya me lo he demostrado. Y no es un final es un principio de madurez y un camino hasta el éxito de mi propósito. 




Se trata de no hacer ninguna animalada.


miércoles, 9 de octubre de 2013

Ya sabes.

De esto que pierdes la ilusión y las ganas cierran la puerta con llave.
De esto que pierdes el sentido, el norte, la orientación, que ya no entiendes nada.
De esto que lo ves todo carbón como si te hubieras portado mal, que se acabó lo que se daba.
De esto que estás solo contigo, que no hay nadie a quien preguntar y las señales ya no señalan.
De esto que es todo tan no y tú estás tan si y revisas las pruebas como si algo quedara.
De esto que te esperabas pero no ahora, ni esta vez, ni tan pronto, ni a ti.
De esto que intentas rebobinar con todas tus fuerzas y el momento se te clava.
De esto que te levantas y sigues como si nada, pero por dentro algo falla.
De esto que tiras la mirada al suelo no vaya a ser que se te acaben las coartadas.
De esto que ya no queda nada.