lunes, 25 de junio de 2012

2012: El fin de mi mundo.

Últimamente cuando se apagan las luces se enciende mi inspiración. Estoy ardiendo. Ardiendo en un mar de deseos esta noche. Lo tengo todo pensado. Es a largo plazo y por fin realmente creo en ello. Y por fin realmente creo en algo. Fácil no va a ser, lo que vale la pena nunca lo es.
Tengo muy claro lo que quiero aunque lo camufle de indecisión por las consecuencias que implican el llevarlo a cabo. Ha llegado ese clic que hace todo cambiar. Ha pasado ese tiempo que pone todo en su lugar. Y es la hora de actuar.
Las ganas de gritar invaden mi euforia momentánea. Puede que salga mal, sea como sea lo comprobaré. Ésta vez nadie se va a quedar sentado viendo el destino pasar. Y tanto lo anhelé. Y tanto miedo da. Y tan grande será. Como yo. A luchar.
Las bocas se moverán, como siempre, es costumbre. Los obstáculos todos están preparados para ésta carrera. Las fuerzas todas en la maleta. Una mirada fija, un objetivo. Poco a poco y con buena letra. A punto.
Ese fin del que hablaban nuestros ancestros era real. Todo fin es un cambio y como cambio, yo estoy llevando a cabo el mio personal. El encuentro de mi realidad. El encuentro de mi verdad, de mi poder, de mi propia felicidad, de mi transformación del mundo, en el mundo y para el mundo. Y dejar atrás toda la comodidad de lo conocido, de lo familiar, de lo seguro.




Y encontrarme en la incertidumbre del mañana.

domingo, 24 de junio de 2012

Se abre el telón.

Buenas noches damas y caballeros. Les invito otro día más a lo más profundo de mis anhelos, de mis deseos y de mis recuerdos. Les invito a contemplar la cultura de mis palabras, la inspiración de mis dedos, la pasión de mi cuerpo, la arrogancia en la que me mezco. Pónganse cómodos y decidan, decidan rápido si se quedan o se van. Si no están preparados, dispuestos o simplemente no están a la altura, abandonen las butacas, apaguen las luces o bajen las pestañas, es su decisión. Comienza la función.
Hoy vengo a estallar. Vengo al punto numero trece. Vengo a la muerte del momento. Premeditación de un sentimiento. Acción de mis adentros. A tomar decisiones. A romper lo anclado hasta hoy. Hoy vengo a ser mañana. Vengo a volar. Vengo a romper miradas. Vengo a callar silencios. Vengo a ser lo que no sé. Vengo a mirar al miedo. Vengo a ser más grande. Vengo a romperme para construirme diferente. Vengo a ser arte. A ser nueva, emocionante, universal, un misterio. Vengo a llegar. Vengo a la belleza. Vengo a morir. Vengo a nacer. Vengo al ya, al ahora. Vengo a ese será. Vengo a tomar la vendetta de mi vida. Vengo a perderlo todo. Vengo a valorar. Vengo a vivir. Vengo a la verdad. Hoy.



Ya. 

martes, 19 de junio de 2012

Dudas y deudas.

Hoy es un día gris, de esos en los que el cielo se pone un sombrero de nubes y en el tren sólo se ven diciembres y eneros en las caras de la gente. No hay motivos ni para la paz ni para la guerra y sin embargo se libra la batalla interna en el pecho dejando muertos todos los momentos. Al rededor todo está completo todas las cosas que han estado siempre, está todo y no hay nada, nada en absoluto, nada de lo real. No queda vida. Todo éste cuadro sólo es un precio, un precio breve pero intenso a pagar. Cuando vives así, cuando vives sin pensar, sin vivir de verdad, sólo viendo la vida pasar, has de pagar ese precio. Puedes mantenerte al margen mucho tiempo, puedes hasta llegar a creértelo, pero a veces la tristeza te encuentra, te encuentra y te viola y te deja ahí en el subsuelo recordándote que nada es perfecto ni eterno, que lo tienes todo y en el fondo no tienes nada. Dura poco, poco como todo, puedes huir si quieres pero siempre te perseguirá, y te encontrará. Porque aquello que dejaste sin terminar siempre vuelve. Hoy, hoy vino la tristeza para cobrar mis deudas.


Vino recordándome una vez más que no vale vivir así y que de nada sirve huir.

domingo, 10 de junio de 2012

Tutti frutti.

Llega el calor, el agüita de la piscina y la playa, los chicos, los biquinis y los besos a la luz de la luna. Llegan las birras en el parque a media noche, el sur, los paseos en bici, los helados y los planes improvisados. Llega el olor a crema, los masajes, las caminatas, los reencuentros y despedidas varias, llegan los aperitivos y las hamacas, las fiestas, el sex on the beach, los cócteles, las puestas de sol en el puf chill out y todas esas cosas maravillosas que nos trae ésta época del año. Lejos de parecer un anuncio de Mahou llega el verano y sus consecuencias. A ver que nos depara éste año la vida. Sea lo que sea, será bueno. Porque cuando has tocado fondo sólo queda subir. Y eso es lo que viene ahora, reparar cuerpo y mente y cargar pilas para empezar una nueva era con nuestra mejor mercancía de sonrisas y buena actitud. Llega el cambio.


Llega el SOL.