martes, 30 de septiembre de 2014

Cité.

El suelo se mueve a mis pies y yo me mantengo fija intentando retener el equilibrio que sé que llevo dentro. Desde el suelo, ojos abstractos me suplican desde una plana posición. Y por la ciudad caras duras estampadas en el muro de la realidad, dando relieve a una historia de color aun en curso. Me mantengo entre el telón sintético de la obra de mi vida y las marionetas parecen más muertas que nunca. Me dirijo a un mundo real, a un lugar en el que he estado cientos de veces y aun así extraño a menudo, cuando las decisiones son las que deciden el contexto. Observo las testas del publico y comprendo la insatisfacción crónica que les posiciona tan lejos de la escena. Inviernos no buscados se posan sobre su fachada con púberes ganas de alcanzar un ayer.


viernes, 19 de septiembre de 2014

No sé si estoy aquí o allí.

Ahora que la soledad se presenta tan grande pienso en nuestras veces, o en mis veces contigo. Pienso en los momentos y los abrazos y en todo eso que sentía. Que aunque en el fondo supiera que era solo mío, era precioso. Y no sé si es porque eres la cosa más inmensa que he sentido recientemente o que ahora tengo apagados los músculos que accionan mi alegría. No sé pero me pesa y no es nostalgia. No es lo que se supone que debería sentir por estar fuera de mi origen, no, no tiene nada que ver. Es la pura carencia, la carencia en carne viva. La falta de unos brazos que me sujeten el corazón a golpe de caricia, de unos besos que se coman mis miedos. Alguien que me devuelva la fe, la luz, las ganas. Aunque ahora me concentre muy muy fuerte en los retos diarios que lo ocupan todo y me anestesie de novedad. 




Tengo la misma sensación.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Non.

Discutir a distancia tiene un ventaja y una desventaja. La ventaja es que la discusión se puede terminar de un momento a otro, la desventaja es que la comunicación se puede terminar de un momento a otro. Y se te quedan los sentimientos calvados en la garganta y no sabes si es mejor retomar la conversación o eso lo va a empeorar todo. Pero ¿por qué a miles de kilómetros seguimos con las disputas que teníamos a centímetros? ¿es que acaso no es suficiente la añoranza para inundarnos de tristeza que le tenemos que sumar sal a la herida? Basta, me niego. 





No voy a llorar y decir que no merezco esto, porque
 es probable que lo merezca pero no lo quiero 
por eso me voy, qué lastima, pero adiós.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Abrazos

Hoy que la profecía se cumple y marcho. Hoy que no reconozco la realidad y me gusta, realmente, quien soy. Hoy que lo tengo todo y no quiero nada. El tiempo se deshilacha y de repente como gato, veo en la oscuridad. Cada postal una promesa y una cara oculta. La tinta de las sorpresas derramada sobre el calendario, emborronando las fechas de sueños. El futuro florece y me brotan plumas de los hombros. Cada paso que doy por ésta, mi ciudad, hace que mude mi piel y camaleón de mi, bailo por las esquinas, releyendo cada calle. Todas las lecciones que entendí, cada mano que me guió, van, lentamente peregrinándome la memoria.  




Tengo ganas de vivir