jueves, 30 de enero de 2014

¿Existe la bisexualidad?

Según el diccionario de la Real Academia Española una persona bisexual es aquella que, literalmente, "alterna las prácticas homosexuales con las heterosexuales". Y en cuanto a las prácticas de uno y de otro se limitan al ámbito sexual, dice la definición. Bueno, técnicamente si, pero realmente el tema tiene mucha más profundidad que esa. En un plano práctico la heterosexualidad es la vía fácil y correcta socialmente, la homosexualidad la complicada y la bisexualidad es esa gran desconocida.
Se dice por ahí que la bisexualidad es una etapa de la vida en la que estás dudoso, en la que no te decantas ni por la carne ni por el pescado. También que es una etapa para aceptar uno de los dos caminos, por lo general el homosexual. Bien pues, yo aquí discrepo. Lo más claro que tengo sobre mis sentimientos, emociones y vida sexual es mi bisexualidad, y desde hace ya unos cuantos años, ojo. Sé de algunos que todavía esperan a "que me decida" pero no entienden que este es mi camino. También es cierto que no conozco a ninguna otra persona bisexual. Con todos mis respetos a la gente que me rodea y afirma serlo, no lo es.
No conozco a otra persona bisexual por que, lamentablemente, no hace mucho se puso de moda ir de bisexual y eso me indigna profundamente. La gente cree que es guay, que llama la atención, pero ni siquiera se para a pensar lo que es esta forma de vida. La bisexualidad es la gran desconocida porque la gente distorsiona el concepto, lo equiparan al nivel de una moda y cuando deja de molar, vuelven a sus vidas heterosexuales fáciles y aburridas u homosexuales y aquí no ha habido más que el periodo de prueba gratis de turno. Pues me niego, me niego a creer a esas personas. Pero no pasa nada, opiniones hay tantas como culos en el mundo y esa es la mia: existe -> si, conozco a alguien más -> no, pero estoy segura de que los hay.
Para mi ser bisexual es la normalidad (la normalidad, otra gran desconocida) es lo natural, es ser persona, ser mujer, en mi caso, vivir mi vida, respetar y tener afinidad y atracción (por supuesto no exclusivamente sexual) por hombres y mujeres y claro está, no por todos. No voy a sacar la típica frase postureta de "a mi me gustan las personas", por que por supuesto que me gustan las personas, como personas pero en el plano afectivo-sentimental la cosa cambia. Me duele, ofende y repugna esa imagen generalizada de vicio y desenfreno que se tiene sobre nosotros. Que los bisexuales le damos a todo. Pues no, ni me gusta todo el mundo, ni soy una viciosa, ni tengo dudas sobre mi sexualidad. Con los hombres es todo bastante más sencillo, básicamente porque se da por hecho. Con las mujeres entras en el mundo del drama, las dudas y las sorpresas, positivas y negativas, de hecho con las mujeres heterosexuales, yo personalmente establezco una barrera, principalmente por malas experiencias. Con ellas me digo a mi misma "si es hetero, cero" parece un slogan, pero es bastante útil.
En definitiva, que es un tema complicado y profundo y me animo a establecer una visibilidad sobre ello para que la gente no se confunda sobre su existencia ni sobre su significado.


Aquí también dejo un inspirador discurso de la grande Ellen Page, actriz estadounidense y ante todo librepensadora, sobre ser auténticos:


Yo también estoy cansada de la mentira por omisión.

miércoles, 22 de enero de 2014

El duelo y la nostalgia.

Hay días más fríos que otros. Hay días en los que no te abrigan ni las palabras, que ya es decir. Y es que hay días en los que te das cuenta de que hay cosas que ya no están. Y por muchas cosas buenas que sepas que vienen, porque vendrán, nada te sacude de alegría. Necesitamos tanto los finales, como los principios. Y pasar por el duelo del final es de las cosas más duras que se ha de hacer, pero también es necesario. Luchar contigo mismo, entender que hay cosas incomprensibles, cosas que no puedes alcanzar, aceptar, rendirse.
Eso si, una vez pase, no se puede retomar y si el pasado vuelve a pellizcarte cuando estés viviendo tus sueños del futuro no hay que darle más importancia de la que tendrá, es decir, nula, porque el pasado es algo que no es pero está y no hay que esforzarse ni en olvidarlo, ni en revivirlo. Y las cosas no son culpa de nadie y a la vez son de todos. Las cosas las hace quien las hace y las permite quien las quiere permitir.



martes, 14 de enero de 2014

¿Dónde estás?

Pese a mi última entrada sobre los sentimientos de barranco que obviamente lleva detrás nombre y apellidos, llevo ya sintiendo que es hora del cambio, que es el momento de dejar de ponerle una coraza a mi corazón, porque tengo ganas de vivir y vivir es arriesgar y vivir es caer una y otra vez y vivir es sentir. Está claro que he aprendido una gran lección y que me he dado cuenta de lo que ya no tenía sentido, pero eso no me debilita, eso precisamente me hace fuerte. 
Y ahora tengo muchas ganas de sentir seguridad y a la vez los nervios del principio. Tengo ganas de volver a pasar por ese camino maravilloso de enamoramiento. Tengo muchas muchísimas ganas de conectar con una persona que me complete y de seducir y que cuando nos quedemos a solas, deje todo de importar. Tengo tantas ganas de que me hagan sentir la persona más importante en la tierra y de hacérselo sentir a alguien también. Me muero por volver a mirar con deseo y saber que la otra persona me desea tanto como yo y también de que se pare el tiempo y muy muy lentamente acercar mi cara a la suya y con los ojos cerrados rozar sus labios con los míos y que eso revolucione todo nuestro cuerpo y haga latir nuestros corazones como una locomotora. Tengo muchas ganas del cuandotevolveréaver y de los besos de quedateunratito. Me muero por una siesta a medias, por los sueños de un nosotros. Me muero por sacar toda mi creatividad y hacer las cosas más bonitas del universo para quien me haga sentir las cosas más bellas. Me apetece realmente desnudar mi coraza y saber que al menos hay una persona, que solo con un ser en la faz de la tierra puedo no fingir, no tener que ser fuerte o dura, porque con ese ser no hay nada que temer. Tengo tantas ganas de futuro, de compartir con alguien esta persona que he construido poco a poco en la soledad y descubrir otro alma y abrazarnos muy fuerte. 

Como dice mi padre "A quién quiero engañar a estas alturas de la peli". 







Tengo tantas ganas...



viernes, 3 de enero de 2014

Sentimientos de barranco.

Crucé esa línea que nos ponemos los seres humanos cuando nos rompen el corazón la primera vez. Cuando esto ocurre trazamos una línea justo entre nosotros mismos y los sentimientos de barranco, esos en los que si caes sabes que vas a morir y puedes llegar al cielo o al infierno pero una vez te dejas caer, te tropiezas (llámalo como quieras) no hay vuelta atrás. Pues esa línea yo la crucé, en un ingenuo intento de vuelo y me dejé caer en esos sentimientos que me han llevado hasta donde estoy ahora, el puto inframundo. He de decir que pasé por el cielo, el Olimpo, el Edén, e incluso llegué al Nirvana, todo aquello de en-sueño antes de estamparme y fue aquello lo que, precisamente, lo hizo irreversible. Y ahora estoy aquí, como una gilipollas volviendo a resucitar, ave fénix despeluchada, y volviendo a subir a la meseta. Y es ahora, cuando subo, cuando me salen por los poros toda esa certeza y esa ilusión que un día me bebí, a modo de elixir revitalizante, en la cima del mundo.




Distancia de seguridad,
verjas, vallas, muros,
el cartel de peligro bien
grande pero sobre todo:
los ojos abiertos y
los pies en la tierra.