viernes, 28 de noviembre de 2014

Conjeturas.

El hombre de la izquierda está empezando un libro, sin embargo el de la derecha está rebañando las páginas finales. El hombre de la izquierda está concentrado, sin embargo el de la derecha solo lo aparenta. El hombre de la izquierda y el de la derecha se parecen, pero no son iguales. Uno está aquí y el otro a años luz de la realidad. Me gusta el de la derecha porque es diferente, no solo al de la izquierda. Le envidio. Es un superviviente, un rebelde a la existencia.
Llegamos a nuestro destino y se separan nuestros caminos y también los suyos. Aunque el hombre de la izquierda encontrará al de la derecha en otro lugar, a través del espejo o de la muerte y tal vez el uno se convierta en el otro, o simplemente cambien de lugar.



martes, 25 de noviembre de 2014

Amor descontextualizado.

No sé cuanto tiempo tengo que esperar pero siento que no puedo moverme. Sigo esperando que salgas por la puerta otra vez, en bucle. Me pica la cara de las lagrimas. Sería mucho más facil enfadarme, ponerme a gritar histérica perdida que aceptar este dolor. No sé cual es la parte que mas miedo me da, pero volver a casa impone bastante. Quizá cualquier sitio se vea ahora diferente. Mi cama será un abismo, lo pre-temo. Tú viniste a invadir el país, a secuestrarme. Y de alguna manera lo has conseguido. Has invadido mi vida aquí con tu presencia, cada rincón ahora sabe diferente y por supuesto me has llevado contigo. Mi mente sigue de tu mano y mis labios siguen besándote. Que difícil es ver las letras que escribo con esta cortina de nostalgia mojándome la mirada. Qué difícil vivir en realidad. Aunque sean cosas pequeñitas, que difícil volver a empezarlas todas. Me había hecho a la idea, de ti y de la felicidad. En cuatro días me lo he creído todo eterno y ahora no me salen las cuentas y me faltan los momentos por todas partes. En cada lagrima se diluye una de las ganas del resto de cosas que me quedan aqui y poco a poco quedan todas esparcidas en esta despedida que muy a mi pesar ya forma parte del pasado. Que quedan días para el reencuentro, que si, que estoy viviendo una oportunidad increíble. Que me venga a contar otros cuentos la soledad y la tristeza, que esta vez no me creo nada. Y no paro de repetirme que las cosas son lo que quieres que sean. Pero a veces decidimos a ciegas lo que podría ser y no tenemos en cuenta lo que nunca será y así las cosas dejan de ser lo que quieres para ser lo que debes. Y tú que te seguirás sin creer los historias que dicen eso de la ciudad de la luz o del amor pero hasta donde yo sé juntos los hemos reafirmado palabra por palabra. Pero ¿qué es París sin tu mitad completándome, sin tus ojos donde verla reflejada, sin el calor que me trae el hogar de tu cuerpo? ¿Qué es París sin ti? Nada más que el amor descontextualizado.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Cruce.

Necesito tinta para rellenar ese espacio que me da tanto miedo estropear. Las primeras impresiones siempre fueron importantes y yo que tiro más de sonrisa que de comodidad intento plantar mis mejores galas. Y poco a poco, ir regándolo todo con pomposa realidad y bien escogida la sinceridad a sabiendas consecuente de un fallo de seguridad. Porque a puertas abiertas siempre entró curiosidad.

martes, 11 de noviembre de 2014

Trazos.

Hay dos mundos entre nosotros,
y una balsa con alas a las puertas de mi cama.
Hay razones para no declarar
en este juicio a media voz de inocencia,
y una oportunidad de plata.
Hay pasado sin pasar,
y futuro por presentar.
Y tú, versión de versiones,
te reseteas en el último minuto,
cambiando por completo el rumbo
de lo no acontecido todavía.

martes, 30 de septiembre de 2014

Cité.

El suelo se mueve a mis pies y yo me mantengo fija intentando retener el equilibrio que sé que llevo dentro. Desde el suelo, ojos abstractos me suplican desde una plana posición. Y por la ciudad caras duras estampadas en el muro de la realidad, dando relieve a una historia de color aun en curso. Me mantengo entre el telón sintético de la obra de mi vida y las marionetas parecen más muertas que nunca. Me dirijo a un mundo real, a un lugar en el que he estado cientos de veces y aun así extraño a menudo, cuando las decisiones son las que deciden el contexto. Observo las testas del publico y comprendo la insatisfacción crónica que les posiciona tan lejos de la escena. Inviernos no buscados se posan sobre su fachada con púberes ganas de alcanzar un ayer.


viernes, 19 de septiembre de 2014

No sé si estoy aquí o allí.

Ahora que la soledad se presenta tan grande pienso en nuestras veces, o en mis veces contigo. Pienso en los momentos y los abrazos y en todo eso que sentía. Que aunque en el fondo supiera que era solo mío, era precioso. Y no sé si es porque eres la cosa más inmensa que he sentido recientemente o que ahora tengo apagados los músculos que accionan mi alegría. No sé pero me pesa y no es nostalgia. No es lo que se supone que debería sentir por estar fuera de mi origen, no, no tiene nada que ver. Es la pura carencia, la carencia en carne viva. La falta de unos brazos que me sujeten el corazón a golpe de caricia, de unos besos que se coman mis miedos. Alguien que me devuelva la fe, la luz, las ganas. Aunque ahora me concentre muy muy fuerte en los retos diarios que lo ocupan todo y me anestesie de novedad. 




Tengo la misma sensación.

jueves, 18 de septiembre de 2014

Non.

Discutir a distancia tiene un ventaja y una desventaja. La ventaja es que la discusión se puede terminar de un momento a otro, la desventaja es que la comunicación se puede terminar de un momento a otro. Y se te quedan los sentimientos calvados en la garganta y no sabes si es mejor retomar la conversación o eso lo va a empeorar todo. Pero ¿por qué a miles de kilómetros seguimos con las disputas que teníamos a centímetros? ¿es que acaso no es suficiente la añoranza para inundarnos de tristeza que le tenemos que sumar sal a la herida? Basta, me niego. 





No voy a llorar y decir que no merezco esto, porque
 es probable que lo merezca pero no lo quiero 
por eso me voy, qué lastima, pero adiós.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Abrazos

Hoy que la profecía se cumple y marcho. Hoy que no reconozco la realidad y me gusta, realmente, quien soy. Hoy que lo tengo todo y no quiero nada. El tiempo se deshilacha y de repente como gato, veo en la oscuridad. Cada postal una promesa y una cara oculta. La tinta de las sorpresas derramada sobre el calendario, emborronando las fechas de sueños. El futuro florece y me brotan plumas de los hombros. Cada paso que doy por ésta, mi ciudad, hace que mude mi piel y camaleón de mi, bailo por las esquinas, releyendo cada calle. Todas las lecciones que entendí, cada mano que me guió, van, lentamente peregrinándome la memoria.  




Tengo ganas de vivir


domingo, 31 de agosto de 2014

Jaque

A veces aun te veo ahí en frente de mi ventana, en plena calle, en el pasado. Otros, antes y después han estado en ese lugar, pero yo te veo a ti. Mirándome, siendo uno que un día creí conocer. Y hoy, aunque espejismo, aun vuelves. Te enterré del todo durante bastante tiempo, pero como con un especial don te desenvuelves de las arenas movedizas del olvido y te reconectas más intenso que nunca. Me pregunto qué pretendo y qué pretendes acampado en ese plano atemporal y voluntario en el que te recreo ultimamente. Y mientras me aborda la cuestión tú me observas siendo tú, o lo que yo recuerdo que tú eras. Porque los recuerdos aunque sinceros estan preñados de mentiras, de convicciones y piedad para potabilizarlos a un presente que pretende asumirlos y saborearlos pese a su naturaleza, inevitablemente, muerta. Escribir esto supone un acto de cobardía, supone agarrarme a una idea no solo irreal sino sencillamente infantil. El hecho de reconstruir o reinventar este sentimiento es síntoma de un retroceso evolutivo hacia lo que podría denominar la realización de mi plenitud. Pero ahí estás y no desapareces, ni yo, en el fondo, quiero que lo hagas. Ahí te quedas y yo te miro de reojo y te lo digo todo, como siempre, en silencio.



jueves, 28 de agosto de 2014

Nudos.

Me observas con esos ojos felinos y algo dentro de mi pecho se deshace suavemente. Yo te clavo la mirada en los labios, que palpitan desde tu boca de cereza, como insinuando... es aquí, justo aquí. Y te acercas declarándome guerra, con ese cuerpo de pecado capital. Diosa. Tus mechones de seda me rozan la cara y el olor de tus primaveras me llena los pulmones al recorrerte la clavícula a besos. Levanto la vista y como señalando la respuesta, tu dedo indice acaricia mi nariz y baja hasta que mis dientes lo atrapan. Ríes y te agarro de la cintura, casi con vértigo de lo alto que nos elevamos. Nos mecemos homenajeando a las olas, de un lado a otro, secando el pegamento de atracción que hace que ya no nos podamos separar. Me das la vuelta y mordiéndome la cremallera del vestido la haces descender como un tren de alta velocidad hasta mi culo. Separas los tirantes de mi vestido de los hombros con delicadeza, arañando mis brazos, quitándome la prenda, que cae al suelo sin demora. 

Se acabó la tregua, esa era mi bandera blanca y ahora quiero lucharte cuerpo a cuerpo y que me dejes derrotada como sólo tú sabes hacerlo. 



martes, 12 de agosto de 2014

Fuera del camino.


Torbellinos y tormentas, huracanes y tempestades que te llevan de aquí para allá que te pierden y te sacan de tu verdad. Mirando al frente con el viento en la cara afrontas el temporal y sigues hacia adelante, siendo empujado y retrocediendo tres de cada dos pasos que das. Ya no es de día ni de noche, simplemente ya no es. El sol y la luna te han abandonado. Las cosas se deshacen, los pies queman y no sientes las manos. Como un agujero negro tu mente se come todos los pensamientos. Y te mueves y te mueves y no puedes parar, como cuando una ola grande te atrapa. Tragas y la realidad es más rápida que tu capacidad para asimilarla.




sábado, 2 de agosto de 2014

Tur(k)ismo en casa.

Cuando ya tenía las esperanzas a cero y veía que se me desmoronaban los planes me ha pasado algo bastante curioso. Estaba en la parada del escorial esperando al autobús y de repente veo a un grupo bastante grande de gente joven. Normalmente en esa parada solo hay un par de personas y una bola de esas del desierto. Extrañada intento adivinar que idioma hablaban ¿serán franceses? me pregunto a mi misma. Cuando llega el autobús el conductor les empieza a poner ciertas pegas y claro entre alguien de Castilla profunda y un extranjero sólo hay tópicos en común. Así que uno de los chicos, bastante apuesto, por cierto, me mira y me pregunta en un inglés suficiente si les puedo traducir. Eran turcos. Y yo encantada claro, me acerco al conductor que me observa con la ceja levantada mi pelo rubio solar y me dice "¿tú me entiendes?" a lo que afirmo inmediatamente. Me pide que les explique que no hay sitio en el autobús pero que el siguiente llega en seguida. Y tras un par de reflexiones y sin nada que perder le explico la situación a la que parecía ir al mando y me quedo con ellos. Al subir al segundo no nos encontramos ningún problema. Yo me siento y a mi lado se sienta la mujer. Empezamos a hablar y me dice que es una profesora que está de campamento con los chavales, con otro profesor que es su hermano y que van a visitar Madrid. Empezamos a hablar y la magia surge sola. Ella encantadora y los chicos atentos por si cogen algo de nuestra conversación. Les pregunto a dónde van exactamente y me cuentan que están acampados en San Lorenzo pero que no saben a donde van, simplemente a visitar Madrid. Claro mi cara es espectacular. De repente uno de los chicos le pregunta a la profesora algo en su idioma y luego ella me dice que si quiero acompañarles. Mi idea en ese momento, dado que se me había chafado el plan por una serie de catastróficas desdichas era volver a casa y pensar de más. Así que reflexiono un momento y les digo que si, que voy con ellos. Y no solo eso, me animo y les ofrezco ser su guía por Madrid. Ellos alucinan y me agradecen mucho el ofrecimiento. Nos contamos algunas cosas de nuestros respectivos países y yo comienzo a pensar un recorrido en mi cabeza. Al entrar en la estación de Moncloa uno de los chicos saca la cámara y veo que graba el túnel. Intento no reírme, supongo que yo haré lo mismo con otras cosas en el extranjero y nadie lo entenderá. Llegamos a la estación y vamos a la entrada del metro. Allí les explico que nos dirigimos al centro de la ciudad y les cuento una manera más barata de viajar que pagando billete a billete. Para sumar fiabilidad a las cuentas saco mi cuaderno de dibujo y esquematizo los precios. Casi elevando el tono, como hacemos los españoles cuando sentimos que no nos entienden les digo que comprando dos bonos de diez viajes y cuatro billetes normales ahorran bastante. Reunen el dinero y pagamos los tickets. Les represento la manera de entrar con su billete y una vez pillan el tranquillo al asunto entro yo con mi abono transportes. En ese momento paro y reflexiono. Me pregunto a mi misma qué estoy haciendo pero mi yo interior esboza una gran sonrisa como diciendo "¿Qué más da? Lo estás haciendo bien". Y una vez han entrado todos les dirijo a sol. Allí todo son fotos y caras de curiosidad. Sinceramente es realmente precioso ver a alguien disfrutar de manera tan sencilla. Rápidamente nos abordan los muñecos de la plaza y yo les advierto desde la lejanía que son extranjeros y que no van a pagar nada basicamente porque no les van a entender. Aun así los vendedores insisten. Y claro, mis queridos turcos, se toman fotos gratis, cosa que me parece bien porque yo les he advertido a los otros. Tras esta escena intento explicar como puedo lo que es el Km 0 y les llevo sin falta al oso y el madroño. Donde nos tomamos todos una foto en la que insisten que no puedo faltar. Al terminar vamos camino de la plaza mayor, donde también doy pinceladas de la historia madrileña y les hablo de los calamares y la navidad. Es increíble lo mucho que te das cuenta de lo poco que aprecias tu entorno cuando vas con gente de otros países. En la plaza algunos se acercan a preguntar a un restaurante cuanto cuesta una botella de agua. Y claro el camarero con cara de poker y perfecto inglés de curriculum en crisis les cuenta todo como entonando un eslogan. Yo les aparto. Me confiesan que les parece todo un poco claro yles recuerdo que son extranjeros por lo que todo lo que hagan desde su papel va a ser triplicado económicamente. Así pues nos dirigimos al primer supermercado que vemos donde las botellas les salen a cuarenta céntimos como mucho. Insisten en comprarme una pero no se lo permito, por muy adorables que sean yo no tenía sed y me parecía abusar. Bajando por la calle mayor pasamos por la casa donde literalmente según la placa de la fachada "vivió y murió P. Calderón de la Barca". Ese es el momento en el que yo trato de traducir que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son y me siento ridícula y concluyo diciendo que fue un escritor muy importante y esa era su casa. Seguimos y llegamos a una plaza que reconozco que era la primera vez que veía y tras sus preguntas me fijo en las placas disimuladamente intentando no parecer una paleta. Continuamos calle abajo y por el camino nos encontramos a un cura de los de alzacuellos visible con el que se empiezan a tomar fotos. Esa ha sido una de las escenas más graciosas que he visto en todo el año. Tras esto llegamos a La Almudena en la que les insisto en entrar ya que es bastante bonita. Yo me quedo fuera pero les aviso que no me voy a ir, que no se preocupen. Simplemente necesitaba parar un momento. Al salir se sientan un rato. Me he dado cuenta de que quizá mi paso es demasiado rápido y me propongo suavizar. Si el turismo es rápido no se disfruta igual. Me pongo a hablar con las chicas y les pido que me digan alguna expresión típica de allí. Al no entenderme del todo me hablan de un sitio que no puedo perderme si voy a su país y les pregunto como se dice simplemente hola. Me explican y yo repito preguntando si mi acento es bueno a lo que ellas afirman y elogian. Seguimos caminando y pasamos por el palacio real. Les cuento detalles y nos tomamos algunas fotos. Casualmente yo también llevaba mi cámara lo cual ha sido productivo. A lo largo de nuestro recorrido me han insistido unas trece veces en llevarme la maleta (porque a todo esto yo llevaba una bolsa enorme encima como buena precavida que soy) y yo insistiendo en que podía hacerlo sola. Constantemente me repetían "you are an angel Sara" y yo sonriendo como boba preguntándome por dentro quien se estaba divirtiendo más si ellos o yo disfrutando de esa experiencia tan extravagantemente enriquecedora. Una vez llegamos a plaza de España. Allí he aprendido a decir Don Quijote en turco que es bastante parecido, pero del pobre sancho nadie tenía idea. Me preguntan que por donde queda la estación en cuestión de distancia y les explico que podemos ir a pie. A ellos les parece bien y continuamos charlando y caminando. Al llegar a la plaza de los cubos quedan embaucados por el nuevo Tacobell que han colocado en la esquina. Dudan entre éste y otro sitio de comida picante que está justo al lado y mi respuesta es inminente. Ta-co-bell. Y claro, resulta que en Turquía se cena a las siete. Por lo que hacen dos grupos y unos cuantos se quedan allí y otros van al Burguer King. En el burguer me bombardean a preguntas sobre si la carne es de cerdo o de vacuno y yo hablo con el dependiente que me dice exactamente cuales van en contra de su religión. Les cuento el percal y piden su comida. La profesora se acerca a mi y me pide que le diga lo que quiero tomar. Vuelvo a negarme y tras lo que, casi sin exagerar a penas, son unas mil insistencias acepto y busco el pedido más barato que encuentro en el escaparate. Aun con todo me da cargo de conciencia. Lo tomamos en la terraza y al terminar ella me pide que le preste mi cuaderno de dibujo. Allí me apunta su teléfono, su dirección de facebook, su ciudad y me escribe en una nota uno de los mensajes más bonitos que me han dicho en muchos años, que termina diciendo "Love from Turkey". Me emociono en exceso, pero por dentro y mis ojos se achinan al tiempo que mis labios se amplían. Hoy debo haber trabajado mucho mis arrugas porque no he parado de sonreír en toda la tarde y me encanta. Al devolverme el cuaderno me dice que estoy invitada a su país cuando quiera y que me acogerá por completo. Terminamos de, lo que para ellos es "cenar" y nos dirigimos a Moncloa. Por la calle ellos cruzan temerariamente absolutamente cuando quieren y me cuentan que allí los semáforos son inútiles y que la gente atraviesa las calles a su antojo. Yo me río y les digo que esto es Madrid y que si quieren pueden hacerlo, pero igual no les sale del todo bien. Aun así, en un afán de adaptación total, les acompaño cruzando en rojo y me siento la más mala del lugar, me podrían haber atropellado pero me he sentido más turca que nunca. Continuamos andando y yo les hago más preguntas. ¿Algo típico de Turquía? El kebab, me contestan riendo casi a carcajadas. Yo me río también y me pregunto si será un chiste, si se pensarán que no voy a entender otra cosa o si será sabrosamente cierto que lo que para mi es un recurso de ultima hora a la vuelta de una buena fiesta es lo más típico de su país. Me limito a sonrerir, sea como sea me transmiten buen rollo. Llegamos a un plano de metro al lado de la boca de Ventura Rodriguez y les cuento donde estamos y lo que queda para su estación. Ven que no es nada y continuamos. Pronto llegamos al ejercito del aire y se sientan a pie de escaleras. Les tomo un par de fotos de grupo más y me dicen que si quiero ya puedo marchar. Pero resulta que uno de los chicos había olvidado sus gafas en el taco y tiene que volver. Le ofrezco ir en su lugar y me dice que no hace falta. Vuelven él y un amigo y me quedo esperando con el grupo, una vez todos reunidos les llevo justo a su parada. Metiéndoles un poco de prisa, ya que en cinco minutos su autobús salía. Y para unos autobuses puntuales que tenemos en Madrid no iba a permitir que lo perdieran y tuvieran que esperar 45 minutos al siguiente. A punto de subir se despiden de mi, intercalando besos y abrazos. Es curioso, dan los besos en distinto orden. Al ver que no me daba tiempo a veinticuatro abrazos les pido uno general y ellos me lo dan con efusividad, les gusta, se ve en sus caras. Tras miles de agradecimientos y repetirme el mensaje una ultima vez de que era un "ángel del cielo" les veo subir al autobús de vuelta. Me aseguro de que no vuelve a haber ningún problema y desaparezco entre la gente. 

Love from Madrid

Me siento completamente realizada. No me considero un ángel, pero cuando me he ido lo primero que he pensado ha sido que mi vocación es ayudar a las personas. No sé porqué lo he hecho, no sé porqué la vida me ha puesto a éstas bellas personas en el camino pero sé que lo necesitaba. Hoy necesitaba creer en algo y lo he hecho. Y tras el profundo dolor que me supuso aceptar que hay gente mala por naturaleza también he descubierto que se puede ser bueno porque sí y es maravilloso. Hacerle la vida más fácil o agradable a los demás es absolutamente reconfortante. Estoy segura de que hay más gente en el mundo que piensa de esta manera, que actúan igual y los voy a encontrar. Doy gracias por éste día.




Menos gente difícil y más gente con corazón.

viernes, 18 de julio de 2014

Vive y deja vivir.

Estamos solos en el mundo. Esa es la gran realidad que nos negamos a asumir. Estamos solos y no tenemos nada más que el presente y aun teniendo esto, se nos escapa de las manos. No hay ningún problema, no existe nada. Todo lo que conocemos lo hemos inventado, cada relación de conceptos, ideas, con otras personas, todo es polvo. No lo queremos entender porque eso supondría la ruptura total de nuestras estructuras mentales. No existe ni el bien, ni el mal. Todo es cuestionable y reconstruible. ¿Y qué hacemos al respecto? Nos refugiamos en nuestras fortalezas de convicciones inexpugnables. Pero hay una cosa que tengo clara. Yo quiero construir mi vida y quiero buscar la felicidad, pura y sana. Cada persona que lea esto entenderá lo que sus circunstancias le lleven a entender según su experiencia vital. Yo defiendo el respeto por encima de todo y a las personas que me rodean se lo pienso exigir. Si esto no es posible, fluiré por otro camino hasta encontrar mi senda de perfección. 

lunes, 7 de julio de 2014

¡Qué vergüenza!

Vivimos en una actualidad en la que cualquier paso en falso queda registrado. En la sociedad de la información estamos todos conectados y la inmediatez se reinventa. Mi generación aunque naciera el siglo pasado bien pronto se ha adaptado a esto. Las redes sociales son nuestro propio gran hermano, todo el mundo habla, todo el mundo tiene opinión e imagen y según te proyectes, así te verán.
Hoy me he muerto de vergüenza cuando un compañero ha leido en alto unas lineas de un texto que yo misma había publicado. Increíble ¿verdad? resulta que empecé esto porque una maravillosa amiga mía me dijo que debería compartir mi talento con los demás y también me preguntó escandalosamente que cómo no lo había hecho antes. Sinceramente, ni lo había pensado, yo lo hacía porque me gustaba. Siempre he escrito en agendas, diarios, papeles, incluso en otras pieles, aunque esa es otra manera de escribir que no viene a cuento. El caso es que me gusta, lo necesito, soy artista y si no expreso exploto. En este rincón hay escritos para todas las edades y gustos, hay desde cartas de amor, hasta despedidas, pasando por declaraciones de intenciones y poesía. 
 En este blog estoy yo y te invito a ti, querido desconocido a leerme y escuchar mi mensaje. Y es posible que algunas personas puedan sacar de contexto mi letras, lo sé. Como periodista tengo muy claro lo que es la manipulación, la malinterpretación y la intención. Pero también sé, que quien me quiera, que quien aun no me conozca y quiera hacerlo, de verdad, no se va a quedar en la superficie y para mi eso es suficiente. 




Libertad y respeto es todo lo que prometo.

sábado, 28 de junio de 2014

De película.

Tenía que escribir rápido, cuanto más tiempo pasaba más cosas se desprendían. Luis hablaba tan deprisa que escucharle era como rebobinar el tiempo hacia adelante. Me había estado contando el guión de su vida, con el que todo cambiaría y llegaría al estrellato. Habíamos hablado de sueños, pero, ¿estábamos soñando?  Todo estalló en mi cabeza como un globo de agua ralentizado en un plano detalle, cuando, al salir del portal de aquel viejo amante, que ya no suspiraría nunca más por mi, vi la pintada en la pared "¿ESTAMOS SOÑANDO?" ¡Pum! Redundancia, Dios soltando una carcajada, casualidad ¿causalidad? No entendía nada. Me giré un par de veces y la calle parecía desierta, como si hubiera saltado a otra dimensión. ¿Estaba soñando? ¿Era todo una gran broma? En los tiempos que corren, no me extrañaría demasiado. Tras girarme dos veces y mirar a mi alrededor, confirmaba poco a poco mi sospecha, o mi paranoia, las dudas bombardeaban mis instintos, pero todo parecía estar claramente planeado. La luz, la temperatura en el ambiente, cada plano dibujado en mi retina, cada eje. Increíble, todo aquello no podía ser normal, casual, vulgar, coloquial, ni humano quizá, era imposible. Ni siquiera la señora que se cruzó después con su perro, ni siquiera ella que parecía no haber paseado un perro en su vida, sería real.
Quedó confirmado, por fin, cuando giré la cabeza al pasar la esquina y otro mensaje atravesó mi perplejidad. Ahí, tatuado en la pared como gritándome la trampa del acertijo "¿NO CREES QUE ES HORA DE DESPERTAR?" Ahí, tatuado en mi mente para siempre, lo entendí todo.


jueves, 26 de junio de 2014

Godot.

Ayer llegó. No traía remite pero yo sé de donde vino. Ayer, tras, lo que a mi parecer fueron siglos de espera y conflicto bélico de interior llegó a mis manos. Y en ese instante pude sentir como cada gota y cada grito valieron la pena. Pude sentir el exilio de la desesperanza palpitando en mi carne, el aire curando mis pulmones. Ayer renací y se reinstauró la realidad. Casi parecía que nunca hubiera sentido nada antes. Ayer las cosas se envolvieron solas con papel de regalo y cada paso que daba debajaba la huella de una nota musical. Ayer de repente fue futuro.


Ayer llegó y yo no me fui, me quedé.

Ayer llegó y se quedó conmigo.

domingo, 15 de junio de 2014

¡Extra! ¡Extra!

Te podría hablar del desamor, darte un titular de primera plana
o llenar una sección y excederme de palabras.
Te podría dibujar mil viñetas sobre el tema,
o publicar un reportaje gráfico
que desenmascarase a todos los presuntos implicados.
Podría, también, escribir una crónica sobre el dolor
o hacerle una entrevista a la impotencia.
Pero desde el día que te cruzaste entre mis letras
la tristeza dejó de ser noticia
y se pararon las rotativas para siempre.

miércoles, 11 de junio de 2014

Calla.

Me encanta cuando me preguntas, cuando me miras debajo de la capa de normalidad y sabes reconocer casi con exactitud los males que me pesan. Joder me encanta, a veces te miro solo para que alguien me oiga sin gritar. Pero me preocupa demasiado descubrir que puedo llegar a ser transparente aunque sea para una sola persona, porque me aterra mi interior y no quiero asustar ni contaminar a nadie de oscuridad. Y te lo contaría todo, materializaría sin reparo cada una de mis palabras ante ti y tu capacidad de escucharme, pero solo y únicamente ante ti. Porque me muero de ganas de poder hacerlo, porque sé que tú no te vas a asustar y sobre todo porque sé que contigo me voy a sentir segura. Así que por favor no te preocupes cuando sonrojo mis mejillas y te pido que pares, te digo que estoy bien y que no te preocupes, porque es todo por y para el público que nos rodea, porque es mi papel perfecto y porque ademas estoy en tu hogar que también me haces sentir mio y quiero intentar estar bien, menos mal o tan siquiera mejor.



sábado, 24 de mayo de 2014

Libertad.

Todo en silencio y nuestros movimientos pincelando el ambiente, paso a paso, roce a roce. Me pongo detrás de ti y te aparto el pelo de la nuca, serena y expectante. Poso mis labios y voy susurrando besos. Te abrazo por la cintura y tú entrelazas nuestros dedos y conduces nuestras manos de arriba abajo por la piel de tu cumbre en un abrazo total. Mientras tanto, entre estremecimientos yo sigo regalándote secretos con la lengua y mi respiración embriagada por tu aroma a plenitud. Te giras y nuestros ojos se quedan clavados entre si en un plano horizontal paralelo a la realidad de perfección y sensualidad. Nos besamos cada una de las ganas y nuestros cuerpos brillan e iluminan toda la escena. Ambos corazones bombean entre sí marcando el ritmo y por dentro un trueno te clava la felicidad y me devuelve la cordura que había perdido. Paras de besarme y yo me quedo saboreando el elixir con la guardia bajada. Me muerdes el hombro y yo caigo a tus pies, cada uno de tus dientes de marfil ha roto las cuerdas que me atrapaban y ahora estoy desatada. Cierra los ojos que te llevo a un lugar muy especial...


Poesía.

martes, 20 de mayo de 2014

Desentendernos.

"No me engañas tú y yo preferimos las historias que son complicadas"

Querías una reacción y actuaste. Estas ganas de nada menos de ti punzando por dentro y solo me sale poner cara de que esta todo bien para congelar este momento que en lo mas profundo de mi querer anhelaba. Vuelta al quiero y no puedes, a las palabras llenas de nada sonando a fuego. Y nosotros, Pinochos, creyéndonos una mentira mutua que nos choca en las narices.
¿Para qué?
Para calmar tu culpa y la falta de valor que nos ha traido hasta aqui.
¿Por qué?
Eso es algo que yo nunca sabré y tú nunca te reconocerás.

Fuera. Vuelve a tu cobarde escondite donde solo cabe tu metodología mediocre.
Fuera. Dejame que viva y cicatrice los errores, dejame ser quien no entendiste nunca.
Fuera. Fuera de mi, de mis letras, de mi amor y de mi dolor.



And you hide hide hide
behind brown and mild eyes.




lunes, 19 de mayo de 2014

Asimetría.

¡Qué tierno! Pensaba que no volvería a ver unos ojos tan tempranos mirarme de esa manera. Qué inocente, qué puro, qué nuevo y qué clásico a la vez. Es como revivir esa ilusión pueril sin la estaca del desconocimiento anclada al pecho. Volver a sentir la pureza y lo bello otra vez naciendo. Esa manera de mirarme como se miran las cosas frágiles. Esa manera de cogerme las manos y pedirme en estridente silencio que esté cerca. Esa energía que pensaba que ya no me correspondía ha llegado a mi corazón de nuevo limpiándolo de la tergiversación del tiempo. Dos almas predestinadas que se encuentran en cuerpos a destiempo y no pueden bailar libres. Qué asimétrico, qué poético.


domingo, 18 de mayo de 2014

Cáscara.

Vuelvo aquí, vuelvo a mi reconfortante y seguro refugio virtual. No pido nada, vengo en modo avión dispuesta a escuchar todo el inexistente silencio que fuera he olvidado. 
Me he puesto las gafas opacas y he caminado entre las decisiones ajenas, con todo el ruido manchando el contexto. He ido saltando de deber en deber sin voluntad, con el piloto automático de este avión que no me lleva a ninguna parte. Siento que siento diferente al resto de empáticos simpáticos transeuntes y entonces toda la culpabilidad cae sobre mi como un atípico piano al caminar paralela al edificio del ministerio de la resignación. Muy protocolario, como si todo estuviese escrito en un contrato que firmo sucesivamente dentro de un mismo campo semántico de experiencias. 
Me apetece bailar una canción asquerosamente estridente, gritar muy alto y que mi voz se mezcle como las especias con las vibraciones del altavoz en una ensalada de sensaciones. Me apetece desmelenarme metafórica y literalmente, me apetece darme una paliza con el enemigo que llevo dentro y con todos los que me putean fuera.
Explotar, expresar, crearte. 




Dadadadadadadadaismo.  

lunes, 17 de marzo de 2014

Tarde.

Algún día encenderás la televisión y me verás ahí mirándote fijamente mientras hablo de cualquier cosa relevante. Como antes, pero ajena, extraña, perdida. Fuera de ti, de tu alcance. Ya habrán pasado años y dentro de ti habrá algo que rozará el callo que hoy día, presente pasado de ese futuro no muy lejano, endurece. No vamos a rizar más tus rizos. Aun así en las entrañas sigue latiendo cada pregunta.

Hoy una mirada es la primera piedra y una palabra es un bombardeo.

Algún día cruzaré una calle, saldré del agua cristalina de una de las mejores playas o compraré un billete de tren con tu destino, te veré y te estamparás contra mi rutina. Mi atención se descompondrá a la par que mi estómago en el que empezarán a bailar las abejas que bailan cuando el pánico pisa la sala.

Y entonces entenderemos y lamentaremos todo.






domingo, 16 de marzo de 2014

Crea.

Rompe con tu comodidad. Rompe tus cosas. Rompe lo fácil. Rompe tu normalidad. Rompe con la gente que conoces del todo. Rompe el esfuerzo que has empleado. Rompe tus propias reglas. Rompe la verja de seguridad. Rompe tu cuerpo. Rompe tu manera de pensar. Rompe tus gustos. Rompe tus recuerdos. Rompe tu refugio. Rompe tus creencias. Rompe tus maneras. Rompe tu estilo. Rompe cada mirada. Rompe tus palabras. Rompe tu voz. Rompe el límite. Rompe tus dudas. Rompe tu miedo. Rompe tu propio orden. Rompe las pruebas. Rompe el presente. Rompe tus planes. Rompe tus esquemas. 


domingo, 2 de marzo de 2014

El mar.

De pequeña tenía miedo al mar adentro. El mar adentro no es la orilla, porque en la orilla haces pie y al menos tienes un mínimo de seguridad, un sitio por el que salir corriendo. Siempre fui buena nadadora, cuando era pequeña era buena en todo. Pero el mar es otro mundo. Las profundidades en el agua tienen otra atmósfera que no controlamos y que por mucho que nos pese a ese sentimiento de superioridad humana no conocemos. No somos invencibles. En la tierra, en el aire podemos desarrollar miles de estrategias, pero cuando nos adentramos en las tres cuartas partes de nuestro planeta los planes cambian. Hay millones de especies que no conocemos, que incluso no hemos arrasado aun con nuestra capacidad destructora. Probablemente es un mundo maravilloso al que nunca podremos acceder del todo. A veces el ser humano se cree que la vida es como se ve desde sus ojos. Si realmente se parara a pensar la cantidad de ojos que hay en el mundo y no solo de raza humana, quizá entendería que hay infinitos mundos, que nada es lo que parece y que las personas solo somos un elemento más.

Me da miedo el mar, porque no lo conozco; respeto el mar, porque no me siento ni superior ni inferior a todo aquello que abarca; me muero por conocer el mar porque deseo conocer cada mundo que hay en la existencia, porque yo no sería nada sin el resto de formas de vida. 


sábado, 1 de marzo de 2014

¿Utopía?

Algún día viviremos en un mundo en el que hacer daño al resto de seres vivos no será posible, ni si quiera estará penado porque no existirá ni la posibilidad. Todos seremos iguales y unas comunidades, especies y razas respetarán a las otras. Será un mundo de paz, un mundo de vida, donde la muerte solo será parte del proceso de la naturaleza y vendrá sola cuando tenga que llegar el fin de la vida. No habrá nadie por encima de nadie, no habrá nada por encima del respeto y a partir de ahí se crearán las bases para construir. Los seres estarán sanos, interior y exteriormente, mental e ideologicamente. Todo el mundo pensará en plural y la soledad y el egoísmo no tendrán lugar. La violencia y la destrucción serán polvo. Cada uno llevará la responsabilidad con el mundo volando por las venas, todos seremos conscientes en totalidad, porque pensar será una obligación y la inteligencia llegará paulatina. 

Todo se ordenará, no habrá cosas que no encajen porque la realidad será justa.

jueves, 30 de enero de 2014

¿Existe la bisexualidad?

Según el diccionario de la Real Academia Española una persona bisexual es aquella que, literalmente, "alterna las prácticas homosexuales con las heterosexuales". Y en cuanto a las prácticas de uno y de otro se limitan al ámbito sexual, dice la definición. Bueno, técnicamente si, pero realmente el tema tiene mucha más profundidad que esa. En un plano práctico la heterosexualidad es la vía fácil y correcta socialmente, la homosexualidad la complicada y la bisexualidad es esa gran desconocida.
Se dice por ahí que la bisexualidad es una etapa de la vida en la que estás dudoso, en la que no te decantas ni por la carne ni por el pescado. También que es una etapa para aceptar uno de los dos caminos, por lo general el homosexual. Bien pues, yo aquí discrepo. Lo más claro que tengo sobre mis sentimientos, emociones y vida sexual es mi bisexualidad, y desde hace ya unos cuantos años, ojo. Sé de algunos que todavía esperan a "que me decida" pero no entienden que este es mi camino. También es cierto que no conozco a ninguna otra persona bisexual. Con todos mis respetos a la gente que me rodea y afirma serlo, no lo es.
No conozco a otra persona bisexual por que, lamentablemente, no hace mucho se puso de moda ir de bisexual y eso me indigna profundamente. La gente cree que es guay, que llama la atención, pero ni siquiera se para a pensar lo que es esta forma de vida. La bisexualidad es la gran desconocida porque la gente distorsiona el concepto, lo equiparan al nivel de una moda y cuando deja de molar, vuelven a sus vidas heterosexuales fáciles y aburridas u homosexuales y aquí no ha habido más que el periodo de prueba gratis de turno. Pues me niego, me niego a creer a esas personas. Pero no pasa nada, opiniones hay tantas como culos en el mundo y esa es la mia: existe -> si, conozco a alguien más -> no, pero estoy segura de que los hay.
Para mi ser bisexual es la normalidad (la normalidad, otra gran desconocida) es lo natural, es ser persona, ser mujer, en mi caso, vivir mi vida, respetar y tener afinidad y atracción (por supuesto no exclusivamente sexual) por hombres y mujeres y claro está, no por todos. No voy a sacar la típica frase postureta de "a mi me gustan las personas", por que por supuesto que me gustan las personas, como personas pero en el plano afectivo-sentimental la cosa cambia. Me duele, ofende y repugna esa imagen generalizada de vicio y desenfreno que se tiene sobre nosotros. Que los bisexuales le damos a todo. Pues no, ni me gusta todo el mundo, ni soy una viciosa, ni tengo dudas sobre mi sexualidad. Con los hombres es todo bastante más sencillo, básicamente porque se da por hecho. Con las mujeres entras en el mundo del drama, las dudas y las sorpresas, positivas y negativas, de hecho con las mujeres heterosexuales, yo personalmente establezco una barrera, principalmente por malas experiencias. Con ellas me digo a mi misma "si es hetero, cero" parece un slogan, pero es bastante útil.
En definitiva, que es un tema complicado y profundo y me animo a establecer una visibilidad sobre ello para que la gente no se confunda sobre su existencia ni sobre su significado.


Aquí también dejo un inspirador discurso de la grande Ellen Page, actriz estadounidense y ante todo librepensadora, sobre ser auténticos:


Yo también estoy cansada de la mentira por omisión.

miércoles, 22 de enero de 2014

El duelo y la nostalgia.

Hay días más fríos que otros. Hay días en los que no te abrigan ni las palabras, que ya es decir. Y es que hay días en los que te das cuenta de que hay cosas que ya no están. Y por muchas cosas buenas que sepas que vienen, porque vendrán, nada te sacude de alegría. Necesitamos tanto los finales, como los principios. Y pasar por el duelo del final es de las cosas más duras que se ha de hacer, pero también es necesario. Luchar contigo mismo, entender que hay cosas incomprensibles, cosas que no puedes alcanzar, aceptar, rendirse.
Eso si, una vez pase, no se puede retomar y si el pasado vuelve a pellizcarte cuando estés viviendo tus sueños del futuro no hay que darle más importancia de la que tendrá, es decir, nula, porque el pasado es algo que no es pero está y no hay que esforzarse ni en olvidarlo, ni en revivirlo. Y las cosas no son culpa de nadie y a la vez son de todos. Las cosas las hace quien las hace y las permite quien las quiere permitir.



martes, 14 de enero de 2014

¿Dónde estás?

Pese a mi última entrada sobre los sentimientos de barranco que obviamente lleva detrás nombre y apellidos, llevo ya sintiendo que es hora del cambio, que es el momento de dejar de ponerle una coraza a mi corazón, porque tengo ganas de vivir y vivir es arriesgar y vivir es caer una y otra vez y vivir es sentir. Está claro que he aprendido una gran lección y que me he dado cuenta de lo que ya no tenía sentido, pero eso no me debilita, eso precisamente me hace fuerte. 
Y ahora tengo muchas ganas de sentir seguridad y a la vez los nervios del principio. Tengo ganas de volver a pasar por ese camino maravilloso de enamoramiento. Tengo muchas muchísimas ganas de conectar con una persona que me complete y de seducir y que cuando nos quedemos a solas, deje todo de importar. Tengo tantas ganas de que me hagan sentir la persona más importante en la tierra y de hacérselo sentir a alguien también. Me muero por volver a mirar con deseo y saber que la otra persona me desea tanto como yo y también de que se pare el tiempo y muy muy lentamente acercar mi cara a la suya y con los ojos cerrados rozar sus labios con los míos y que eso revolucione todo nuestro cuerpo y haga latir nuestros corazones como una locomotora. Tengo muchas ganas del cuandotevolveréaver y de los besos de quedateunratito. Me muero por una siesta a medias, por los sueños de un nosotros. Me muero por sacar toda mi creatividad y hacer las cosas más bonitas del universo para quien me haga sentir las cosas más bellas. Me apetece realmente desnudar mi coraza y saber que al menos hay una persona, que solo con un ser en la faz de la tierra puedo no fingir, no tener que ser fuerte o dura, porque con ese ser no hay nada que temer. Tengo tantas ganas de futuro, de compartir con alguien esta persona que he construido poco a poco en la soledad y descubrir otro alma y abrazarnos muy fuerte. 

Como dice mi padre "A quién quiero engañar a estas alturas de la peli". 







Tengo tantas ganas...



viernes, 3 de enero de 2014

Sentimientos de barranco.

Crucé esa línea que nos ponemos los seres humanos cuando nos rompen el corazón la primera vez. Cuando esto ocurre trazamos una línea justo entre nosotros mismos y los sentimientos de barranco, esos en los que si caes sabes que vas a morir y puedes llegar al cielo o al infierno pero una vez te dejas caer, te tropiezas (llámalo como quieras) no hay vuelta atrás. Pues esa línea yo la crucé, en un ingenuo intento de vuelo y me dejé caer en esos sentimientos que me han llevado hasta donde estoy ahora, el puto inframundo. He de decir que pasé por el cielo, el Olimpo, el Edén, e incluso llegué al Nirvana, todo aquello de en-sueño antes de estamparme y fue aquello lo que, precisamente, lo hizo irreversible. Y ahora estoy aquí, como una gilipollas volviendo a resucitar, ave fénix despeluchada, y volviendo a subir a la meseta. Y es ahora, cuando subo, cuando me salen por los poros toda esa certeza y esa ilusión que un día me bebí, a modo de elixir revitalizante, en la cima del mundo.




Distancia de seguridad,
verjas, vallas, muros,
el cartel de peligro bien
grande pero sobre todo:
los ojos abiertos y
los pies en la tierra.