sábado, 24 de mayo de 2014

Libertad.

Todo en silencio y nuestros movimientos pincelando el ambiente, paso a paso, roce a roce. Me pongo detrás de ti y te aparto el pelo de la nuca, serena y expectante. Poso mis labios y voy susurrando besos. Te abrazo por la cintura y tú entrelazas nuestros dedos y conduces nuestras manos de arriba abajo por la piel de tu cumbre en un abrazo total. Mientras tanto, entre estremecimientos yo sigo regalándote secretos con la lengua y mi respiración embriagada por tu aroma a plenitud. Te giras y nuestros ojos se quedan clavados entre si en un plano horizontal paralelo a la realidad de perfección y sensualidad. Nos besamos cada una de las ganas y nuestros cuerpos brillan e iluminan toda la escena. Ambos corazones bombean entre sí marcando el ritmo y por dentro un trueno te clava la felicidad y me devuelve la cordura que había perdido. Paras de besarme y yo me quedo saboreando el elixir con la guardia bajada. Me muerdes el hombro y yo caigo a tus pies, cada uno de tus dientes de marfil ha roto las cuerdas que me atrapaban y ahora estoy desatada. Cierra los ojos que te llevo a un lugar muy especial...


Poesía.

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