lunes, 19 de mayo de 2014

Asimetría.

¡Qué tierno! Pensaba que no volvería a ver unos ojos tan tempranos mirarme de esa manera. Qué inocente, qué puro, qué nuevo y qué clásico a la vez. Es como revivir esa ilusión pueril sin la estaca del desconocimiento anclada al pecho. Volver a sentir la pureza y lo bello otra vez naciendo. Esa manera de mirarme como se miran las cosas frágiles. Esa manera de cogerme las manos y pedirme en estridente silencio que esté cerca. Esa energía que pensaba que ya no me correspondía ha llegado a mi corazón de nuevo limpiándolo de la tergiversación del tiempo. Dos almas predestinadas que se encuentran en cuerpos a destiempo y no pueden bailar libres. Qué asimétrico, qué poético.


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