Pese a mi última entrada sobre los sentimientos de barranco que obviamente lleva detrás nombre y apellidos, llevo ya sintiendo que es hora del cambio, que es el momento de dejar de ponerle una coraza a mi corazón, porque tengo ganas de vivir y vivir es arriesgar y vivir es caer una y otra vez y vivir es sentir. Está claro que he aprendido una gran lección y que me he dado cuenta de lo que ya no tenía sentido, pero eso no me debilita, eso precisamente me hace fuerte.
Y ahora tengo muchas ganas de sentir seguridad y a la vez los nervios del principio. Tengo ganas de volver a pasar por ese camino maravilloso de enamoramiento. Tengo muchas muchísimas ganas de conectar con una persona que me complete y de seducir y que cuando nos quedemos a solas, deje todo de importar. Tengo tantas ganas de que me hagan sentir la persona más importante en la tierra y de hacérselo sentir a alguien también. Me muero por volver a mirar con deseo y saber que la otra persona me desea tanto como yo y también de que se pare el tiempo y muy muy lentamente acercar mi cara a la suya y con los ojos cerrados rozar sus labios con los míos y que eso revolucione todo nuestro cuerpo y haga latir nuestros corazones como una locomotora. Tengo muchas ganas del cuandotevolveréaver y de los besos de quedateunratito. Me muero por una siesta a medias, por los sueños de un nosotros. Me muero por sacar toda mi creatividad y hacer las cosas más bonitas del universo para quien me haga sentir las cosas más bellas. Me apetece realmente desnudar mi coraza y saber que al menos hay una persona, que solo con un ser en la faz de la tierra puedo no fingir, no tener que ser fuerte o dura, porque con ese ser no hay nada que temer. Tengo tantas ganas de futuro, de compartir con alguien esta persona que he construido poco a poco en la soledad y descubrir otro alma y abrazarnos muy fuerte.
Como dice mi padre "A quién quiero engañar a estas alturas de la peli".
Tengo tantas ganas...
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