jueves, 19 de abril de 2012

El cambio.

David nunca pensó que llegaría. Las cosas parecían sencillas y a pesar de que le hablaron de ello en su momento, él siempre pensó que a él no le ocurriría. Al principio no lo comprendía. Tantos cambios a la vez le abrumaban y confundían. La realidad había cambiado en apenas momentos. No fueron pocas las veces que se lo negaba a si mismo, siempre antes de dormir y en silencio. Nunca salió de su boca queja alguna, era todo entre él y si mismo. Seguía con su pasado delante, como intentando obviar la siguiente escena de aquella película que cada vez más, sin querer, protagonizaba. Tenía todas sus cosas en orden y había elaborado un horario para aquella rutina de la cual no conseguía salir. Todo lo conocido ahora era lejano. Todo ahora era nuevo y no terminaba de comprenderlo. La situación le inundaba a pesar de que cada vez era más innegable.
Poco a poco fue olvidando todo aquello que siempre pensó eterno hasta que la confianza en todo aquello terminó por mudarse con el a esa nueva vida y echó raíces en aquella tan repetida cantinela de "todo irá bien".

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