Tenemos un gusto desmedido por la tristeza, la decadencia, por el pesimismo, la tendencia a descender y yo digo basta. Nos pasamos la vida buscando problemas, excusas, discusiones. Nos pasamos la vida buscando razones para el único problema que tenemos y no podemos asumir: la ausencia de problemas.
Hace cuatro años una persona que para aquel entonces era muy importante para mi, cumplió la misma edad que voy a cumplir yo éste miércoles, los maravillosos años veinte y tuvimos una conversación intensa sobre ello. Ella decía que le habían contado que alguien aseguraba que a partir de los veinte años todo es decadencia, decía que los años se te pasan volando y ya eres "vieja", así que yo sin despeinarme y con mis tiernos dieciséis añitos le crucé la cara a sus argumentos y le di una lección que hoy día veinte de enero de dos mil trece me repito a mi misma y no pienso olvidar. Me dirigí a ella y le dije que si era joven, tenía salud, amigos, una familia que le apoyaba, estaba estudiando lo que quería, carecía de problemas económicos, era buena persona y tenía amor de la gente importante y encima para más inri no le faltaba belleza interior ni exterior, porqué demonios iba a deprimirse por cumplir ésta edad. Ella se quedó anonadada, no se explicaba que alguien como yo le dijera algo como eso, así que, lo reflexionó, me miró, soltó una carcajada y se le pasó su "gran crisis".
Ésto es solo un vano ejemplo sobre lo que intento deciros. Hay muchas otras preocupaciones, a mi manera de ver, estúpidas, como la gente que termina la carrera y se siente vacía sin pararse a pensar que tienen toda la vida por delante o las míticas parejas eternas que rompen y sienten que su vida ha terminado cuando les quedan millones de experiencias por vivir, la gente que pierde "amigos de verdad" sin pararse a pensar lo reales que en realidad (valga la redundancia) eran dichos amigos... vuelvo a decir ¡basta!
Amigxs revisémonos de vez en cuando porque todo está bien y cuando algo falle analicemos el problema a fondo porque igual el problema es que no nos conocemos mucho a nosotros mismos.
Las cosas cuestan ya de por si, no las pongamos más difíciles.
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