Me gustaste. Desde el primer momento me gustaste. Te diré porqué. Eres divertida, eres ingeniosa, eres pícara, eres lista, eres tremendamente sexy, eres correcta y un poco "rebel". Nos conocimos, primero con palabras un poco por encima, como una lectura rápida de la sinopsis de un posible peliculón anunciado en unos cines independientes. Después vino el plato fuerte. El Pinocho cobrando vida, la flor abriéndose, el gusano evolucionando en mariposa. Nos presentamos, en persona. Me regalaste aquello que ni mis más allegados podrían llegar a pensar remotamente que me traería tanta ilusión, un paquete de té. Me quedé a cuadros. Eras más, muchísimo más de lo que me esperaba. Prometías, prometías cumplir. Más y más palabras y pequeñas confidencias. Seguimos avanzando con la trama. Pero a ritmos distintos. Porque, cielo, las personas no van acompasadas en los sentimientos y eso es algo que tienes que aprender rápido si quieres sobrevivir en esta fauna de "amor" estético que está tan a la última. Sin darme cuenta un día teníamos algo que nadie esperaba de ese primer encuentro. Una relación. Pero una relación intensa, prematura e irreal. Y sin quererlo, una noche yo estallé. Te había avisado de que no quería sorpresas, te había sido todo lo sincera que mi respeto me obligaba a ser y me vi, de pronto, envuelta en una espiral que parecía ahogarme cada vez más. Porque para mi esa película no estaba ni en los anuncios y para ti ya iba por el nudo de la historia. Supongo que tu último rodaje te marcaría mucho, supongo que pasar de un drama a una comedia romántica igual te descolocó. Pero señorita, conmigo las cosas no funcionan así. Y es ésto hasta tal punto que, como bicho bola, cierro persiana, me mudo de camerino y carretera y manta. Desaparezco. Porque no cuadramos. Y no es culpa de nadie, créeme. Es duro pero a veces conoces a la persona correcta en el momento equivocado de la vida y hay que asumirlo. Los créditos que tu, muy amablemente me mandaste después, me descolocaron un poco, porque, pensaba que había quedado claro que no rodaríamos este "minimetraje" al final y que se terminaba, por lo que ya te expliqué. Así que por ésto, te envío estas notas de editor para que entiendas porque, en mi opinión, no experta pero si de bastante entendimiento, tu montaje no vale. Como podrás ver, aquí está publicado todo. Sin nada que esconder y sin nada más que añadir.
Fin de la historia.
Atentamente, Lola.
P.D. "A veces quien calla no otorga, simplemente evita hacer daño" S.Q.
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